La Magia existe en un montón de lugares, si sabemos verla.
La Valija Ambulante y “La Chica de la Valija”, su creadora, dan cuenta de esa Magia.
Sabemos que los espacios virtuales existen desde siempre, y no sólo en la Internet. La Valija es un espacio virtual que se va creando a medida que uno se va metiendo en ese mundo. Y este espacio, era necesario, era algo que faltaba, era un vacío, un hueco que estaba esperando a que La Valija llegase y se abriera, para los músicos y para los que gustan de escuchar música de por acá y de más allá, música que tenga que ver con nosotros, música que evade tal vez esos grandes recitales monstruo, y músicos sin grandes contratos discográficos, pero no por eso menos talentosos, músicos que van rozando lo desconocido y que encuentran en La Valija una forma de difusión y una manera de distribuir sus trabajos... La Valija está llena de música. Música que vuelve a lo simple, a lo artesanal, una música que habla del silencio de una tarde otoñal, o de la lluvia breve del verano...
A ambos lados del mostrador (también virtual) se van desplegando intereses, curiosidades, satisfacciones, y, como las mejores cosas de la vida, que van cambiando en la medida en que cambiemos nosotros; así nos vamos prendiendo en la magia de la música y sus autores, de las canciones y sus intérpretes, de sonidos de aguas, de mares, de vientos, el aire se va llenando de susurros, de esperanzas, de sueños, de historias que se entrelazan, dentro y fuera de los discos.
La Valija no es un solo lugar.
La Valija no es sólo una persona.
La Valija no es una sola idea.
La Valija no es una valija.
Cuando alguien se acerca y pide: –¿Qué me podés recomendar...? Porque a mí me gusta escuchar esto, y también me gusta aquello otro... –Paula, la chica de la Valija, con movimientos de Alquimista, va delineando sabores, colores y gustos, y, con un poco de suerte, saca en un pase mágico un disco, un libro, que es justo el que buscábamos... o tal vez sea mucho más de lo que fuimos a buscar.
Así, viajando en sonidos, vamos conociendo gentes, lugares y músicas, sin movernos en realidad de donde estamos, de los inexistentes pasillos de una disquería ambulante, que no es sólo eso y es mucho más, es una corriente que te lleva hasta donde vos quieras...
Así, con un particular gusto estético, o muchos, se va creando y recreando La Valija, y cada vez que sale a viajar, a jugar y a mostrarse, vuelve renovada.
Y seguramente, si le preguntamos a Paula qué es, o quién es la Valija, ella, con su seguridad acostumbrada contestaría:
–La Valija, somos todos.
